La revolución de las gafas inteligentes con cámara e inteligencia artificial ha irrumpido con fuerza en el mercado tecnológico y, en consecuencia, en los escaparates de muchas ópticas. Pero con esta innovación han llegado también denuncias, polémicas legales y serias preocupaciones éticas.
Desde la Asociación Nacional de Empresarios de Óptica y Profesionales (ANEOP) queremos analizar esta situación que afecta directamente a nuestra profesión, al tiempo que advertimos sobre los riesgos de incorporar esta tecnología sin una reflexión profunda sobre su impacto legal, social y comercial.
Un caso preocupante en España:
En mayo de 2025, la Policía Nacional detuvo en Barcelona a un hombre que utilizaba unas gafas inteligentes —presuntamente Ray-Ban Meta— para grabar sin consentimiento a mujeres en espacios públicos, en el contexto de un «curso de seducción». En el dispositivo se encontraron más de 230 vídeos, muchos de ellos con contacto físico sin autorización.
Este caso, actualmente bajo investigación judicial, marca un precedente preocupante en el uso de este tipo de tecnología con fines abusivos. Aunque el implicado no llevaba las gafas al momento del arresto, el material registrado demuestra su utilización con total impunidad en espacios públicos.
Y no es un caso aislado: preocupaciones globales:
A nivel internacional, también se están alzando alarmas. En EE. UU., estudiantes de Harvard lograron modificar un modelo para activar un sistema de reconocimiento facial en tiempo real. El experimento demostró que era posible identificar a cualquier persona en la calle, obtener su nombre, redes sociales, e incluso número de teléfono —todo sin que esa persona supiera que estaba siendo grabada o analizada.
Aunque este caso no tuvo consecuencias legales, demostró que las gafas inteligentes pueden convertirse en herramientas de vigilancia invasiva, violando principios básicos de privacidad.
Un dilema ético y legal para el sector óptico:
Estas gafas, por general, se comercializan a través de canales ópticos tradicionales. Eso significa que los profesionales del sector —ópticos-optometristas y empresarios— estamos en una posición delicada: podemos estar facilitando, aunque sin intención, una tecnología que se usa para vulnerar derechos fundamentales.
La normativa europea es clara: captar imágenes identificables de personas sin su consentimiento es ilegal. La simple posesión de una cámara no es delito, pero el uso indebido de imágenes lo es, especialmente si se almacenan, comparten o emplean con fines comerciales o personales sin autorización.
Desde ANEOP advertimos que este riesgo también recae sobre quienes venden y recomiendan estas gafas sin información clara ni advertencias al usuario.
¿Qué debe hacer el sector óptico?:
1. Informar al cliente. Toda persona que adquiera unas gafas con cámara e IA debe ser advertida sobre los límites legales de uso. La luz LED que indica grabación no es suficiente como mecanismo de transparencia.
2. Revisar catálogos y criterios de distribución. No todo lo tecnológicamente posible es éticamente aceptable. Debemos aplicar filtros responsables.
3. Formar al personal de venta. Vendedores y profesionales deben poder explicar las funciones de las gafas y las consecuencias legales de su mal uso.
4. Evitar que se relacione nuestra profesión con la vigilancia encubierta. La reputación de nuestras ópticas depende también del tipo de tecnología que promovemos.
5. Participar en el debate regulatorio. Instamos a la administración a definir normas claras sobre el uso y comercialización de este tipo de dispositivos, y ofrecemos nuestro compromiso para colaborar como sector.
¿Innovación o amenaza a la privacidad?
Las gafas inteligentes con cámara e IA representan un avance técnico sin duda notable. Pero cuando se usan para grabar sin consentimiento, identificar rostros o compartir imágenes sin control, dejan de ser una herramienta para convertirse en un riesgo social.
Desde ANEOP no estamos en contra de la innovación. Al contrario: la promovemos. Pero defendemos una innovación ética, informada y legal, que no ponga en riesgo la privacidad de las personas ni la integridad de nuestra profesión.
ANEOP | Asociación Nacional de Empresarios de Óptica y Profesionales
*Por una óptica moderna, ética y responsable.*
